Refugio de la Memoria Viviente
Montserrat Gallegos Hernández
Universidad La Salle Campus Condesa
Arquitectura - 2023
Como parte del taller de proyecto terminal, impartido por Tiberio Wallentin Gonzalez Elizondo, Salvador Flores Gonzalez y Adela Rangel Feduik, R.M.V (Refugio de la Memoria Viviente) se presenta como centro de apoyo a Víctimas de Desaparición en los Altos de Jalisco. Este proyecto surge como respuesta a una problemática social que se vive todos los días en México: la desaparición de personas a causa de la inseguridad.

En México, cada desaparición deja un eco: una madre que no duerme, un hogar en silencio, una vida suspendida. Este proyecto nace de esa herida abierta. No como una respuesta momentánea, sino como una afirmación contundente: no vamos a mirar hacia otro lado.
En los últimos cinco años, Jalisco ha encabezado la tragedia con más de 14,000 desapariciones. San Isidro, en Teocaltiche, no es solo un punto en el mapa. Es el símbolo de comunidades desplazadas por el miedo, donde las tierras que antes sembraban alimento hoy guardan silencio.
Las casas ya no protegen; los campos ya no alimentan. Pero aún hay esperanza. Este centro busca ser un refugio, un lugar de memoria, reconstrucción y dignidad. Está pensado para quienes buscan, para quienes esperan, para quienes no tienen dónde volver. No es solo un espacio físico: es un acto de resistencia.
El proyecto integra alojamiento temporal, empleo, talleres productivos y una economía circular que devuelve autonomía. Un memorial al centro recuerda lo que no debe olvidarse. La arquitectura se articula en círculos: vigilancia total, comunidad, cuidado mutuo. Nada queda oculto. Cada módulo habitable permite adaptar el espacio según las necesidades del usuario, manteniendo siempre la intimidad y el respeto.
Los materiales no son elegidos al azar: tierra apisonada, madera, piedra. Elementos del mismo suelo que fue testigo del abandono, ahora utilizados para sanar. Se captan lluvias, se cultiva, se ahorra energía, se reforesta. Se construye sin dañar. Se habita sin destruir. Más que resolver un problema, el proyecto busca transformar una herida en semilla. La desaparición forzada no se borra, pero puede resignificarse. Puede movilizar a una sociedad entera a no permitir que el miedo dicte el destino.
La arquitectura, cuando es consciente, cuando escucha y acompaña, se convierte en herramienta de cambio. Este centro no solo ofrece techo, sino memoria. No solo seguridad, sino una nueva narrativa: una en la que el dolor no paraliza, sino que impulsa. En la que el vacío se llena de acción, cuidado y comunidad.
Este proyecto no intenta dar respuestas definitivas, pero sí construir las preguntas correctas. ¿Qué hacemos con lo que nos duele? ¿Cómo convertimos la ausencia en motor de vida?
Texto enviado por los postulantes.
Publicado el 23 de junio de 2025 por Archivo de Imaginación ©.